04 noviembre, 2014

Como siempre...la culpa es del vigilante

   Queremos informar de esta noticia donde el vigilante, como siempre, es el culpable de todo. Cabe señalar que no se corresponde con los hechos acontecidos. Según nuestra fuente, estos cuatro chicos se encontraron con el otro grupo en el vestíbulo de la estación de Islas Filipinas, allí se encontraba el vigilante, y no vió ninguna agresión, luego subierón todos hacía el exterior y antes de salir de la estación se produjeron las agresiones, sin que en ningún momento estuviese el vigilante delante, y mucho menos a 5 metros.
   Es más fácil buscar responsabilidades al vigilante de seguridad, que al propio Metro, responsable de la reducción del 40% del personal de seguridad en menos de un año, o de los propios agresores. Es más fácil que la cabeza de turco sea el vigilante.

Ataque neonazi en el Metro de Madrid

  
   La Policía Nacional investiga la agresión sufrida por cuatro jóvenes, dos chicos y dos chicas, en la estación de Islas Filipinas a cargo de un grupo ultraderechista. Ocurrió el pasado 11 de octubre a la 1 y media de la madrugada.
   Les pegaron, según denuncian, sin que mediara ningún tipo de provocación y sin que interviniera la seguridad de Metro para impedir los golpes. El chico que se llevó la peor parte tuvo que ser atendido en el hospital.
   Los jóvenes salían de la estación, y estaban todavía en el hall interior de Islas Filipinas, cuando tuvieron la mala suerte de cruzarse con un grupo de neonazis. Los agresores señalaron a uno de los chicos, de 23 años, y se fueron a por él propinándole todo tipo de golpes. Su único delito, llevar el pelo en forma de cresta, según cuenta su madre: "Cuando pasó él le señalaron, comenzaron a darle puñetazos, a insultarle y a agredirle con las hebillas de los cinturones".
   La agresión fue grabada por una de las cámaras de seguridad y las imágenes han sido enviadas por parte de Metro a la Policía para poder identificar a los agresores. La compañía trata de averiguar también si, como denuncian las víctimas, el vigilante de seguridad no intervino. "Estando a cinco metros solo se dedicó a mirarlos, sin tomar parte en nada, fueron los amigos los que tuvieron que llamar a la policía", denuncia la madre de uno de los agredidos.
   En caso de incidentes, la seguridad de Metro está obligada a avisar al puesto de mando del Alto del Arenal donde se decide si es preciso enviar refuerzos. Se da la circunstancia, además, de que tres de las cámaras de seguridad estaban averiadas y solo una de ellas pudo captar el momento de la agresión.
FUENTE: CADENASER.COM

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