25 agosto, 2014

Metro de Madrid sigue con su política de recortes en seguridad

  
   Hace no más de tres o cuatro años, Metro de Madrid contaba con unos de los mejores planes de seguridad entre los suburbanos de todas las ciudades del mundo. Se podía contar con más de 2000 vigilantes de seguridad velando por el bienestar de los viajeros y los trabajadores del subsuelo, sin contar el apoyo que se ofrecía muchas veces al exterior, estaciones de autobuses y ferrocarril.
   Antes, en "todas" las estaciones de Metro, había como mínimo un vigilante de seguridad, en otras estaciones había dos ó más, se suplementaban con patrullas de dos miembros, otras de tres y algunas hasta de seis, que seguían un gráfico y una frecuencia de presencia establecida en unas determinadas zonas. Los apoyaban también vigilantes con perros (dos por línea), a su vez había Inspectores de cada empresa seguridad que se encargaban de la supervisión y de la inspección a los vigilantes (tres por línea). En los eventos como partidos de fútbol, conciertos, manifestaciones, inauguraciones, en navidad, se reforzaban las instalaciones con más personal de seguridad.
   Además, se contaba con mucha formación específica y reciclaje para los vigilantes en el servicio de Metro. Había reuniones semanales de seguridad entre los mandos intermedios de las empresas de seguridad, también reuniones mensuales entre Metro y las empresas de seguridad para coordinar y poder hacer frente a los problemas surgidos y a los que surgirán, existían infinidad de operativas y memorandos hacía el personal de seguridad, etc...
   De todo esto, nada queda, se ha quedado en el olvido, parece como si nunca les hubiera importado nada la seguridad de los viajeros y los trabajadores.
   Con la política de recortes de Metro de Madrid y la bajada de pantalones de las empresas de seguridad actuales, esto se está convirtiendo en un solar de seguridad, estaciones, escaleras y pasillos vacios e inseguros con un vigilante cada tres o cuatro estaciones, y unas patrullas de dos vigilantes con un tiempo de respuesta de no más de 15 minutos, con una media de frecuencia de trenes de 7 minutos.
   Todo esto lo intentan compensar haciendo que los vigilantes se muevan mucho, que fichen cada 20 minutos en diferentes puntos de las estaciones, para dar la sensación de una elevada seguridad.
   Ya no hay caneros, ni grupos de tres ni de seis, no hay refuerzos, no hay cursos específicos, no hay casi inspectores controlando al personal, sólo les importa que se fiche bien, los mandos intermedios ahora solamente controlan un programa que les proporciona Metro sobre puntos de fichaje, no importa nada más, si te retrasas un minuto en un fichaje enseguida te llaman para que les des un motivo, no hay operativas lógicas, sólo quieren presencia, presencia y más presencia.
   Estamos hablando de que se ha producido una reducción de más de un 40% de la seguridad en este medio de transporte, además de pagar mucho menos que hace pocos años, siendo Metro de Madrid cómplice a su vez de los continuos abusos de las empresas de seguridad hacia sus trabajadores, recortándoles sus derechos, menguándoles y/o suprimiéndoles sus pluses adquiridos y amenazándoles de engordar las listas de la empresa más grande del país.
   A Metro de Madrid le viene bien que haya entrado cuatro empresas de seguridad Low Cost para hacer “limpia”, “rejuvenecer” y “abaratar” la plantilla, quitándose de en medio los vigilantes más caros, más antiguos, así cuando se subasten los próximos contratos de seguridad, las empresas fuertes que huyeron a la espantada vuelvan aquí, Metro pagará menos y estas empresas volverán a tener el margen de beneficios de antes o más.


   Mientras tanto, han buscado nuevas funciones para el vigilante de Metro,
nos ha llegado al Sindicato Nacional de Trabajadores una especie de manual de Segur Ibérica, un curso curso acelerado de atención y venta de billetes a los viajeros. Véase aquí.




















 

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